El beso de Time Square
Beso de despedida a la Guerra. Fue tomada por Víctor Jorgensen en Times Square el 14 de Agosto de 1945, en la que se puede ver a un soldado de la marina norteamericana besando apasionadamente a una enfermera. Al contrario de lo que lo que comúnmente se piensa, estos 2 personajes no eran pareja, sino que eran unos perfectos extraños que se habían encontrado allí. La fotografía, todo un icono, es considerada una analogía de la excitación y pasión que significa regresar a casa tras pasar una larga temporada fuera, como también la alegría experimentada al acabar una guerra.
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Una estatua en Times Square revive "El beso" entre el marinero y la enfermera
La anciana de 86 años (agosto de 2005), Edith Shain, protagonista de la famosa fotografía "El Beso", sujeta la misma después de descubrir la estatua que recrea la imagen en Times Square. Foto: Peter Foley, AP.
Sesenta años después de la II Guerra Mundial aún es una incógnita la identidad del marinero que celebró la victoria aliada con un apasionado beso a una enfermera y dio lugar a una de las fotografías más conocidas del fin de la contienda. Hoy, una estatua colocada en Times Square reproduce esta apasionada imagen.
Durante décadas, varios antiguos soldados de marina, hoy octogenarios, se han disputado públicamente el haber sido el atrevido soldado que, en medio del desfile de celebración en Times Square, en Nueva York, cogió de la cintura a una desconocida enfermera para darle un prolongado beso.
Entre ellos, Carel Muscarello, un policía de Nueva York retirado que asegura ser la persona que apareció en la mítica portada de la revista "Life", hace ahora justo seis décadas, y que desde entonces reparte autógrafos y rememora el beso ante diversas audiencias.
Otro es George Mendosa, un comerciante de pescado de Rhode Island que ha defendido con tenacidad durante todo este tiempo su protagonismo, hasta el punto de que ha llegado a demandar sin éxito a la revista "Life" para obtener reconocimiento.
En su intento por lograr su objetivo, Mendosa, de 82 años, ha llegado a recurrir a la última tecnología para demostrar que su rostro, ahora ajado por los años, es el mismo que el del joven marinero de la foto.
Así, ha logrado que científicos del Mitsubishi Electric Research Laboratories digan que la imagen facial en 3-D creada con cerca de 4.000 imágenes rejuvenecidas de Mendosa se asemeja bastante a la del marinero.
En el año 2000, salió a la luz otro ‘marinero’ que se atribuyó la autoría del beso a la enfermera. Se trata de Ernie Dubai.
No obstante, ninguno de los dos ha podido probar con certeza que es el marinero de la foto, pese a que con seguridad el 14 de agosto de 1945 ambos soldados, presos de la euforia por la victoria de los aliados sobre Japón, llegaron a protagonizar varias escenas como las de la instantánea.
Los dos hombres esperaban en Manhattan a los barcos que les llevarían de regreso a casa y recuerdan que, mareados por el alcohol, se embarcaron sin tener ni idea de que alguien había fotografiado a uno de ellos mientras daba el beso a la enfermera.
"Yo sé que era yo. Y mi familia lo sabe también"
"Yo sé que era yo. Y mi familia lo sabe también", aseguró Muscarello al diario "Newsday".
Tampoco ha servido de mucho el testimonio del fotógrafo de la revista "Life" que recogió la instantánea, Alfred Eisenstadt, que murió hace unos años, ni el de la joven enfermera, que entonces tenía 26 años y de cuya identidad no existen dudas.
Edith Shain, hoy con casi 87 años, se desplazó el jueves mismo al centro de Times Square, el lugar donde recibió el eufórico beso, para inaugurar una estatua que reconstruye el momento.
"El muchacho me agarró, yo cerré los ojos”
"El muchacho me agarró, yo cerré los ojos y.. después me dejó sola y yo me marché", aseguró la anciana, incapaz de recordar al desconocido al que besó sin reparos.
"Por supuesto que le dejé besarme, porque había estado en la guerra, luchando por todos nosotros, y realmente me sentí feliz de hacerlo", dijo el jueves en el lugar donde ocurrió el encuentro, seis décadas después.
La antigua enfermera reconoce que hay una veintena de hombres que aseguran haberla besado en la foto, pero ella no es capaz de identificar a ninguno.
Sí recuerda detalles del beso, que duró unos seis o siete segundos y, aunque fue cálido, no ha sido uno de los mejores de su vida, según reconoció a la prensa.
La escultura colocada en Times Square, de aluminio y con un tamaño ligeramente superior al real, reproduce con realismo la figura del marinero y de la enfermera, abrazados y cimbreados durante el beso.
La obra, de la que es autor J. Seward Johnson, se denomina "Rendición incondicional", y permanecerá en Times Square hasta el 14 de agosto, para después exhibirse en una galería.
Tras su etapa como enfermera durante la contienda, Shain se convirtió en una profesora de escuela, en California, donde se casó y tuvo tres hijos.
Fuente:INFORMATIVOSTELECINCO.COM/AGENCIAS
12 de agosto de 2005
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