miércoles, 25 de junio de 2008

Hoy conmigo

Duermes
en la novedad
de un solitario beso
que nadie te da.

Dejas que toda
una marea irreal
te acerque
a la base de un monte
desolado por la falta
de esa vieja pasión
que nada dio,
pero que apretó fuerte
en los tiempos
en los que todo
era pura significación
espiritual.

Echar de menos
no es igual a deseo,
pero se acerca.
En eso estamos,
aunque el pesar
nos haga dormir
en el cielo de unos justos
que miran con sonrisas
que apenas se oyen.

Navegamos
con una cierta zozobra
y vertebramos todo
con la ilusión
de quien piensa
que las cosas merecen
lo que finalmente es.

Tendremos
que pasarlo bien,
porque nos lo hemos ganado,
y no por obligación.
Duerme,
duerme conmigo,
hoy conmigo.

Juan Tomás Frutos.

No hay comentarios: