La maravilla    
de la existencia     
hoy se torna     
en tu contemplativa visión     
de un cariño     
nada vehemente. 
Nos anochece,    
pero esperaremos     
el día sin una panorámica     
negativa.     
Tenemos fuerzas     
para aguantar     
ante la controversia    
y el conformismo     
de quienes no confían     
en lo que sentimos.     
Nos incardinaremos en todo     
cuanto nos ofrece     
la fórmula de una Naturaleza     
algo razonable. 
Nos tomamos    
ese instante de descanso     
que nos regala zumos     
de colores.     
Ya estamos     
en esa tranquilidad     
que perseguimos     
durante un largo tiempo. 
Hemos agarrado todo    
lo que era nuestro.     
Nos hemos sentado     
a la diestra de unos exquisitos     
sentimientos que nos regalarán     
la calma largamente perseguida. 
No iré, no volveré,    
no te tendré en la noche     
que nos superará con el afán     
de un nuevo beso     
que funcionará     
a modo de combustible. 
Te pienso, me acuerdo,    
te digo, te soy,     
te expreso     
lo que me haces sentir,     
que es más     
de lo que jamás he tenido. 
Juan Tomás Frutos.
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