Mucho por saborear

Hoy adelanto la vida,
quizá para no mirar atrás,
para posponer
lo que no me aporta,
para encontrarte
en cualquier lugar,
sin importar espacio,
tiempo, objetivos,
opiniones…
siempre relativas.

Me propongo vivir
sin condiciones,
aspirar tu mismo aire
como si yo fuera tú.
Nos hemos arrimado tanto
que nos confundimos,
y eso, al menos hoy,
no es malo.

Te quiero
por la naturalidad
de esta singladura
que hemos emprendido
hasta sin saberlo.
Te siento en ese extremo
donde concluimos en paz,
en sana paz.

Nos hemos comprendido,
y ya te digo
que aún queda
mucho por saborear.

Juan Tomás Frutos.