Ricardo Arques, periodista de investigación del caso GAL y actual director editorial de Prisa en Bolivia
Periodista Digital
Por Elena de Regoyos
Viernes, 24 de noviembre 2006
¿Cree que se ha reconocido su trabajo en la investigación de los GAL o que, por el contrario, su nombre ha quedado diluido entre otros que se han llevado en exclusiva el mérito?
Mi trabajo está escrito y ha sido reconocido y premiado. Nunca he reclamado exclusividad ni disputado el mérito con nadie. Si alguien quiere hacerlo erigiéndose en relator del relato no sólo tendrá que borrarme a mi sino también a la historia y sus testigos. Yo veo todo bajo una cuestión de principios. La investigación de los GAL fue un trabajo brillante, pero no el único brillante en el periodismo ni en otros órdenes de la vida, de modo que hay que darle la importancia que tiene sin excesos.
¿Qué otros periodistas de esta investigación han quedado en el “olvido”?
Hubo muchos protagonistas que acompañaron y apoyaron la investigación de una u otra forma. Nombro a los dos más cercanos a este caso: Manuel Cerdán y Antonio Rubio. Pero muchos compañeros de muchos medios de comunicación se comprometieron igualmente con la investigación contribuyendo a su inercia y desenlace. Guardo un especial agradecimiento a Fidel Raso, quien me acompañaba como cobertura de seguridad a las citas con la dirección de los GAL en Francia cuando ambos trabajábamos primero en Deia y luego en Diario 16.
¿Ha visto la película de los GAL? ¿Cree que es fiel a la realidad?
No la he visto. Por lo que me han contado y he leído poco que ver con la realidad. Nada que reprochar si se presentara sólo como ficción, pero cuando se insiste en que esa ficción está basada en hechos reales resulta imperdonable y descarado que se manipule la verdad para erigir con falsedad un protagonismo, eliminando mediante la trampa el resto. Tampoco me sorprende, llueve sobre mojado.
La vida después de El Mundo
Tras su salida de El Mundo, ¿ha seguido en el periodismo de investigación?
No directamente. Ahora desempeño otras funciones con las que contribuyo a la práctica y la ética del periodismo en general pero con otra distancia.
¿Cómo ve la investigación que hoy en día se hace en los medios españoles? ¿Cree que se hace buen periodismo de investigación, que se sacan buenos temas y que se fomenta desde los medios?
Llevo varios años trabajando fuera de España y no lo sigo con puntualidad. Pero en España hay muy buenos periodistas de investigación que hacen muy buenos trabajos y medios muy responsables que los impulsan. A mi juicio hay otros que se comportan con demasiada estridencia, y me aterra ese periodismo ramplón y manipulador de cámara oculta que prolifera disfrazándose de periodismo de investigación para confundirlo todo. Creo que en ese sentido hemos dado un paso atrás que daña el prestigio de la prensa sensata inmerecidamente.
El hombre de PRISA en Bolivia
Actualmente dirige los medios de PRISA en Bolivia, que no son pocos (tres diarios y una televisión), ¿cuál es la presencia de PRISA en Latinoamérica y particularmente en Bolivia? ¿Qué lugar ocupan sus medios en aquel panorama mediático?
Prisa es una potencia en América. Sólo en medios de comunicación tiene importantes cadenas de radio en Estados Unidos, México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Argentina y Chile. En Bolivia se manejan tres periódicos y una cadena de televisión. Dos de los diarios son líderes nacionales en su segmento, uno de información general y otro popular. El tercer periódico es local y segundo en el mercado de Santa Cruz, la región más importante del país. La televisión también es la primera de Bolivia.
¿Es muy diferente el periodismo que se ejerce allí del que hay aquí en España?
Responden a ritmos y realidades muy distintas. Bolivia es un país menos estructurado y más convulso. El periodismo de aquí refleja esas circunstancias sin perder tampoco el rigor, la pluralidad y la imparcialidad, al menos en los medios que nosotros trabajamos.
¿De qué forma ha afectado –si es que lo ha hecho- la llegada de Evo Morales al poder a la libertad de expresión?
De ninguna por el momento. Pero aquí estamos viviendo un proceso constituyente que en el plazo de un año puede cambiar todas o cualquiera de las reglas del juego.
¿Por qué tantas críticas de Evo a la prensa? ¿Están justificadas o no era consciente de cuál es –o debe ser- el papel de la prensa como “denunciante”?
Creo que en algunos casos se trata simplemente de la lógica adaptación al ejercicio del poder, y en otros la respuesta a una estrategia sistemática de desgaste por parte de algunos medios de comunicación que representan intereses contrapuestos a su política.
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