jueves, 19 de junio de 2008

El tiempo que haga falta

Terminamos y empezamos
con huellas
de un nuevo camino,
que andamos
como si tal cosa.
No elevamos las pasiones
por miedo, por desconfianza,
por impresiones
que se funden
con efectos retardados.

Hemos aligerado el paso
con una voluntad
que nos envuelve
con un poco de buenos fines,
que tomamos
en una cesta de azul y blanco.

Hemos pedido
un deseo de felicidad
para los demás,
que se torna,
a modo de regalo,
nuestro.

Volveremos
a tender puentes
con unas francas apuestas
que nos animarán
a tender todos los puentes
del mundo.

Los restos
de las penitencias
se transforman
en buenos amores,
que nos hacen entender
casi todo.

Ponemos el amor
de nuestra parte
para no tumbarnos
en la carencia de las noches
sin lunas.

Hoy nos tenemos,
y seguro que nos tendremos
todo el tiempo que haga falta.

Juan Tomás Frutos.

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