viernes, 27 de junio de 2008

Entrevista a ... (Oché Cortés), por Rosario Aboal

Oché Cortés

"¿Quién es más radical, el que dice las cosas o el que trata de taparle la boca?"

Puede que Oché Cortés no sea una persona muy conocida ni sugiera ningún tipo de pensamiento o comentario en aquellas personas que escuchen su nombre, pero resulta un personaje interesante cuando se conocen todas sus facetas y su carácter, sobre todo, cuando nos recibe con una sonrisa amigable y cortés un lunes a las diez y media de la mañana, ¡con todas las cosas que uno tiene que hacer al principio de la semana! De look casual, quizá lo que una no se imagina para una persona de su categoría, pero a la vez elegante, y en su despacho de la emisora, sorprendentemente ordenado y luminoso, Antonio José Cortés, más conocido como Oché Cortés, nombre que le viene desde chiquitito, director de COPE y Cadena Cien región de Murcia, cantautor, escritor, colaborador de La Razón y, hasta hace un par de meses, presentador de un lateshow (“Noché Cortés) para 7 Región de Murcia, asegura tener todo el tiempo libre del mundo, su trabajo es todo su tiempo libre y esto le hace sentir bien; “este es un trabajo que me hace sentir bien, no me estresa nada, entonces me siento tan a gusto que es como si estuviera de vacaciones y además me pagan”, afirmaba entre risas.

Sin embargo, hay días en los que también se siente estresado, y se relaja cogiendo la guitarra y cantando. No puede elegir entre ninguna de sus facetas, todas le encantan y le hacen sentirse completo y bien consigo mismo, es una persona que lo quiere todo o nada, y si se arriesga y va a por algo, lo hace con todas las consecuencias.

De apariencia humilde, gracioso y afable, nació en Puertollano (Ciudad Real) hace 47 años, y desde entonces ha recorrido media España gracias a su trabajo. Filólogo y con vocación de periodista, lleva trabajando en la radio desde su etapa universitaria, pues asegura que la radio siempre ha sido su gran vocación, al igual que la de escribir y, por suerte, son dos carreras muy compatibles. “El periodismo es algo que se lleva dentro. Yo conozco mucha gente que está fuera del negocio del periodismo, a través de la universidad, y sin embargo son periodistas fantásticos; es el caso de Carlos Herrera que es médico; cantidad de gente que no es periodista de carrera y sin embargo lo es de profesión y de vocación. Supongo que ese es mi caso”. No siempre ha trabajado como periodista, trabajó como filólogo durante algún tiempo, pero sólo al principio de terminar la carrera.

Fue lector de la Universidad Internacional de Málaga, con una universidad norteamericana, y más tarde estuvo dando clase en la universidad durante dos veranos; sin embargo, tenia muy claro que la docencia no era lo suyo, siempre le ha gustado más el micrófono. También, fue jefe de prensa de dos instituciones, del Ayuntamiento de Puertollano y el Ayuntamiento de Ciudad Real, durante cinco años. Su trayectoria profesional siempre ha ido ligada al mundo radiofónico, pero ha intentado compaginarlo constantemente con la prensa y la televisión. Ha estado trabajando en las emisoras COPE de Puertollano, Jaén, Almería, Lorca y Murcia, donde actualmente reside, y asegura no echar de menos su ciudad natal, pues se siente una persona de mundo y sobre todo mediterráneo. Se siente muy andaluz, porque durante muchos años ha estado residiendo allí y es donde se ha criado, pero actualmente se siente muy murciano, es el lugar en el que vive desde hace nueve temporadas y asegura que la ciudad le encanta, sobre todo el centro, le parece una ciudad muy fácil de caminar.

También le gusta mucho Málaga, Almería, el Cabo de Gata, en general, todo el sur de España, pero por el modo especial de vida que lleva un periodista, siempre, en todas las ciudades, se deja cosas y personas a las que aprecia, y en esos casos no te guías por la cabeza, sino por el corazón. “Las ciudades esconden muchas historias y muchos secretos, me gustan las ciudades como me han gustado las personas que he conocido; me gusta que haya gente que tenga misterios, y las ciudades tienen esquinas, tienen misterios, y cada ciudad tiene lo suyo como cada persona. Como diría Antonio Vega en ‘El sitio de mi recreo’, siempre hay sitios para que uno se recree, tanto en los recuerdos como en lo que quiere vivir”.

Su padre nunca quiso que se dedicara a la filología ni al periodismo, y mucho menos a la música, quería que fuera militar, pero aún así recibió en parte el apoyo de su familia. “Cuando uno tiene vocación tiene que vencer a padres y a lo que se le ponga por delante, siempre que lo demuestre bien, siempre que demuestres que tienes lo que tienes que tener para tirar para adelante”. Él, si apoya a su hijo, aunque no ha seguido sus pasos y es todo lo contrario a él, “canta fatal”, “tiene un sentido del ritmo horroroso”, pero si ha seguido sus pasos en un aspecto, “es un tipo fantástico, simpático, encantador, atractivo para las personas,…”, y desarrolla un trabajo muy de contacto con la gente. “Quique es una persona de contacto y eso para mí es un orgullo. Decía Serrat que a menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera satisfacción”.

Se define a sí mismo como un tipo normal, dentro y fuera del trabajo, y los que lo conocen afirman que es extrovertido, amable, buen jefe y compañero, y bastante asequible, siempre está atento y disponible para quien le busca. Según sus propias palabras, el mejor rasgo de su carácter es ser un ‘polilla’, no puede estar quieto en ningún momento, aborrece la rutina, pero reniega de su carácter fuerte, esos prontos, que en algunos momentos le hacen tener mal humor. Siempre tiene una sonrisa para aquel que le rodea y se considera algo idealista, “salí de la universidad queriendo hacer la revolución y todavía la tengo pendiente”. No cree en las figuras históricas, cree que son figuras humanas repletas de defectos que la historia ha ocultado para hacer un resumen sobre ellos. No cree en la fidelidad ni valores similares, para él la lealtad lo resume todo, y es en ese valor donde basa su amistad y la relación con sus amigos. Su mayor éxito ha sido llegar al sitio en el que está y seguir teniendo los pies en el suelo, no haberse dejado llevar por la ambición, y su mayor fracaso, “no representar a España en Eurovisión”, afirma entre risas y reconociendo que le hubiera encantado.

Existen miles de cosas de su pasado de las que se arrepiente y volvería para cambiar alguna de ellas, sobre todo, “por algunas personas que por circunstancias extrañas se han quedado con una herida que yo le haya podido provocar, volvería para pedirles perdón”. Le quedan miles de cosas por hacer, necesita renovarse de principio a fin y tiene un centenar de proyectos en mente, “cada vez que me subo en el coche y hago cien kilómetros me salen cientos de proyectos, hay veces en las que me gustaría desenroscar la cabeza y dejarla descansar un rato”. Asegura que si se llega a un acuerdo con la televisión habrá una segunda parte de Noché Cortés, pero será muy distinta a la primera parte de esta temporada, “no hay dos partes iguales y yo nunca he hecho dos cosas iguales en mi vida”.

Bajo su apariencia de un hombre fuerte y al que la vida ha enseñado a mantenerse firme bajo cualquier circunstancia y a hacer frente a las tormentas, también tiene momentos de fragilidad y tiene sus temores. Teme al olvido, le da miedo que la gente se olvide de que ha existido y que él se pueda olvidar de gente que también haya existido. Por eso teme también a enfermedades como el Alzheimer, “no hay nada peor que ver personas maravillosas que de pronto olvidan quien eres”.

Aunque no es partidario de dar consejos afirma que para ser un buen periodista hay que ser antes que nada un buen ser humano, y ser una esponja, empaparse de todo lo que pase en la calle para poder transmitirlo y escribir la crónica de lo diario. Lo mejor de su trabajo, sin duda, es sentarse delante de un micrófono y poder llegar a la gente, comunicarse, tener contacto con el público. Tanto es así, que ha llegado a estar hasta ocho horas retransmitiendo el programa ‘Estamos en el aire’, con el único secreto de la confianza en uno mismo y en el equipo. “Pues yo creo que es como lo que le pasa a Nadal para estar en una pista de tenis, yo creo que es confianza en uno mismo y confianza en tu equipo. Para que uno pueda funcionar bien tiene que tener mucha confianza en la gente que tiene alrededor. Yo creo en los equipos. Una persona, una sola, no puede llegar nunca porque es imposible que abarque todo, tiene que aprender a delegar en sus compañeros y a confiar en su equipo, y a partir de ahí es como si te regaran, cada hora sales nuevo. El programa… hemos hecho auténticos maratones”.

Recuerda entre sonrisas llenas de ternura y con gran alegría un programa que se hizo desde Terra Mítica, desde las tres de la tarde hasta las once de la noche, con un sol y un calor espantoso, “pero fue un programa muy bonito, estuvo desde Aspar hasta Marisol y sus pajaritos, fue muy alucinante; lo recuerdo con mucho cariño porque, realmente no recuerdo cuales son las atracciones de Terra Mítica, pero si recuerdo que estábamos en un lago y que nos pegaba el sol de pleno, y que técnicamente estuvimos a punto de rompernos varias veces, a los aparatos de líneas digitales les caía el sol y entonces teníamos que ir al lago y mojar camisetas, y con camisetas húmedas ponerlas encima de las planchas. Fue una cosa espectacular, lo pasamos muy bien; pero bueno, también es importantísimo eso, porque se aprende a hacer radio y a estar con el público, eso no lo puedes olvidar”.

Lo peor de su trabajo es vivir alejado de la realidad. “Hay gente de este negocio que se sube al púlpito y piensa que lo que dice es la verdad, y creo que tiene que asomarse a lo que piensa la gente. Un periodista tiene que ser el que ponga un punto de vista sobre la actualidad que seguramente ya lo tiene la sociedad”. Sin embargo, y pese a lo que esta afirmación nos pudiera llevar a pensar, no cree que los comentarios de Federico Jiménez Losantos vayan más allá de la libertad de expresión. “Hay que entender la dimensión de cada persona, y unos pueden decir que Federico Jiménez Losantos excede, se salta la linde, pero también mirando hacia otros lados podemos entender que hay otras personas que se la saltan igualmente, lo que pasa es que como han sido los únicos que se la han saltado siempre, cuando ven alguien que se les opone no les gusta. La gente no es democrática, cuando hay una persona como Federico, o como César Vidal, o como cualquier otro, como cualquier persona, que opina de forma diferente, lo tachan de radical; pero quién es más radical, ¿el que dice las cosas o el que trata de taparle la boca?”.

No cree en Fraga, como otros muchos, nunca ha creído en él, y no comparte su opinión de que es Aguirre quién da tantos problemas al PP. La crisis no tiene porque ser algo negativo, sólo significa cambio, y debe haberla para que haya diálogo y se de paso a ideas nuevas. Si cree, por el contrario, que algún día se va a acabar con el terrorismo en España, “pienso en todas las personas que han muerto defendiendo esa idea y que ahora mismo forman parte de un huerto donde crecen ortigas. Nada más por toda la gente que ha sido secuestrada, por toda la gente que ha sido asesinada, por defender la libertad, hay que pensar que algún día terminaremos con el terrorismo, es evidente”. La mejor forma de defenderlo es el consenso entre los españoles, ya no entre los partidos, “los españoles tienen que llegar a un acuerdo y debe ser un acuerdo de manos limpias, es la única manera”.


Entrevista realizada a Oché Cortés el 19/05/2008.

Autora: Mª del Rosario García Aboal.

No hay comentarios: