No insistas
con lo que no ocurre,
y sé tú misma,
que puedes,
y hasta debes
en esta nueva andadura
que nos llena
de placer.
No recuerdes
lo que no fue,
y sé tú misma,
te digo,
que eres
cuando deseas
la paz.
Vierte esa agua
que nos ha de sanar
en la primera oportunidad
que nos concedamos,
que podemos y debemos.
Hemos jugado
con las aristas
de un círculo
que llenamos
de levedad y de rutina.
Ahora seremos nosotros,
que debemos.
También.
Juan Tomás Frutos.
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