Aquí les va un poema dedicado a los exámenes que acabo de escribir.
Ahora alguien
va a ponernos nota.
Llegan los exámenes,
las prisas invaden
cada gesto.
La ortografía, a veces,
se vuelve presa del agobio.
Y algún desliz resbala
por los márgenes de las hojas
como alguna flor despistada
que se dejó caer
en otoño por los campos.
Todo a una carta
se juega en tres semanas.
Y supongo que, después,
del vaivén de marcas,
récords y matrículas
aún siempre nos quedará
la prueba más difícil de todas:
vivir.
2 comentarios:
Es precioso, compañero.
Muchas gracias.
Me quedo con el final:
Y supongo que, después, del vaivén de marcas, récords y matrículas aún siempre nos quedará la prueba más difícil de todas: vivir.
Gracias. Un abrazo. Efrén
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