jueves, 12 de junio de 2008

Días azules

Pensamos en el todo
que es la nada
con el linaje profundo
de lo que no vemos.
Nos advertimos en casa.

Pensamos un día más
en tener todo,
en tener menos.
Nos ocultamos
de algunas sensaciones.
No podemos
quedarnos atrás.
Olvidar
no debe ser
algo fácil.

Pedimos sentimientos
intensos, queridos,
suaves como ese mar
que echamos en falta.

La vida nos distrae
de lo esencial,
de lo importante,
de lo que estimamos
un día y otro también.

Nos falta simpatía y valor
ante lo anónimo,
ante el cariño embriagador.
Tenemos mucho que hacer.
Nos hemos elevado
a potencias que nos escuchan.
Predicamos en días azules.

Juan Tomás Frutos.

No hay comentarios: